Un solo grito

“Libertad para todos, si a la vida, si a la libertad y no al secuestro”, fue un grito unánime de miles de personas en las distintas calles y plazas del país.
Muchas personas desfilamos, niños, jóvenes, adultos, ancianos de todos los colores y condiciones sociales han marchado hoy y continúan marchando a estas horas aun de la noche gritando ese gran clamor para liberar a los secuestrados y a solicitar la invitación a la paz para todos. Una pancarta llevada por una pareja de gente mayor decía esta frase que indica mucho de nuestras responsabilidades:“La paz deseable y sostenible comienza por cada persona”
La gente con sus camisas y camisetas blancas con letreros enfocados a unir las voluntades, sus voces y las fuerzas en beneficio de la paz y de la libertad. Todos utilizando pancartas, letreros, banderas tricolores y blancas ondearon y ondean en busca de la libertad y de la paz. Ver una ciudad como la de Bogotá llena de móviles blancos por todas sus avenidas y calles hace crecer en la mente y en el corazón una gran esperanza.
Mucha población de los países amigos se ha hecho presente en esta fecha dando un gran apoyo a este gran grito colombiano por la libertad y por la paz; así desde países como amigos vecinos como otros lejanos pero que comprenden que el pueblo colombiano debe ser apoyado en estos momentos difíciles para todos; debemos agradecerles a esos pueblos amigos que hacen esfuerzos para que Colombia logre superar sus conflictos y encuentre la paz tan anhelada.
Este clamor popular ojala sea escuchado e interiorizado por aquellos que en sus manos está el darle al país esa felicidad de que no hayan secuestrados y se fijen las bases para encontrar la anhelada paz que dará cimientos sólidos para alcanzar un desarrollo que el pueblo reclama y esta dispuesto a ubicar sus recursos y sus voluntades para hacer del país una tierra de vida y de felicidad para todos.
Se ha demostrado que la sociedad en sus grandes mayorías está unida para darle la base mínima de la vida con libertad y en paz para el desarrollo de un pueblo anhelante de su felicidad.
minfanteo