La participacion como opción y obligación.

Los ciudadanos del común ganamo o sufrimos lo bueno y lo malo de las decisiones políticas que toman los políticos y no' reconocemos cuantos de estos políticos , realmente están interpretando nuestras necesidades y nuestros intereses?. Luego asumimos una situación de dolidos de engañados, sin haber previamente evaluado con detalle quienes son esos políticos ubicados en los diversos órganos de nuestro sistema democrático. Nos quejamos y generalmente no ante ellos mismos sino en convivios con otros ciudadanos que igualmente se sienten no representados. De los quejumbres no pasamos y decimos es que los políticos no tienen la verdadera percepción de nuestros intereses.

Ese es un mal que no arranca en si en los políticos, sino en la propia ciudadanía que dejamos al vaivén de que los políticos nos marquen y generalmente llegamos es a votar por el partido que siempre voto o lo hizo el padre, el político que mas se publicita en la tv y en los periódicos, o aquel que es mas simpático y dice lo que la gente quiere oír pero sin ver muchas veces ,si es un "tipo" honesto y con capacidad para cumplir lo que promete .También se da el voto por el menos malo de los candidatos y con eso solo estamos eligiendo "una muerte con menos sufrimiento ", menos violenta ,pero no una solución a los problemas de verdad que nos aquejan.
Generalizar nunca es bueno y en este caso igualmente se da, esto es, hay ciudadanos , no se sabe que' porcentaje, que se preocupan por que su participación sea real en los distintos ámbitos y se informan y contribuyen con ideas y aceptan postulaciones, con lo cual están siendo verdaderos ciudadanos,
Esa realidad sinembargo un porcentaje amplio no le dedica su atención ,como lo expresamos en este y es el proceder de una mayoría de los ciudadanos se debe a algo; son muchas las posibles razones para ser tan desligados de nuestra responsabilidad de ejercer los derechos y los deberes de ciudadano participativo en las decisiones que nos brinda el sistema democrático, aun con sus falencias del mismo. La cultura en que hemos nacido y vivido e nuestra América Latina se da mas o menos de la misma manera, desde el hogar radica el problema ;en gran medida debido al autoritarismo del padre o de la madre, del profesos, en fin ,de quien representa la autoridad natural, impuesta e incluso elegida. Posiblemente la actuación facilista de aceptar a quien ejerce la autoridad y ordena, sin siquiera reflexiona si es lo mejor, el reconocimiento a ultranza del poderoso sin cuestionarnos que son humanos y que una concepción de otros ciudadanos como nosotros pudiésemos pensar distinto y posiblemente mejor. Otra formar de actuar es el de llevar la contraria por esa manía muchas veces de oponernos y parecernos revolucionarios, sin evaluar que lo que dice esa autoridad o ese mecanismo de decisiones . La mas grave a mi manera de ver es que no pensamos siquiera en cuales debiesen ser las soluciones mas adecuadas y mas aun atrevernos a plantearlo en los ámbito que nos ofrece la democracia.

De acuerdo, muchas veces no hemos sido oídos o hemos sido oídos pero no les convence nuestros argumentos a esos políticos a los cuales les transmitimos nuestras ideas.En ese caso por que no participar mas activamente en los diversos ámbitos que presenta la democracia?.De entrada lo descartamos por que sabemos que no nos van a "dar bola", puede ser o no por que no probarlo?. Por que no formar opinión con otros como nosotros y ya no seria uno como solitario, sino muchos mas (1+n) eso depende de los mismos ciudadanos quienes nos ponemos los limites. Evalúemolo, por lo menos ,charlémonos, creamos en nosotros mismo, enseñemos a nuestros hijos y nietos a que “no coman entero”.Lo peor , no intentarlo ,para la democracia; participemos y ayudemos a que otros lo hagan en los diversos ámbitos de la vida: el hogar,el colegio.el conjunto de vivienda, el barrio, el club, la iglesia, la asociación, la ONG, la cooperativa, el cabildo, el consejo, la asamblea, el congreso y cualquier ámbito en donde se pueda y deba ejercerse el deber y el derecho de participar.

minfanteo