Este 4 de febrero será recordado por cómo el pueblo colombiano es capaz o nó de lograr salir a las calles del país y expresarse según el entender de cada uno por la situación que la sufre y la percibe.
Las horas previas a este encuentro se visualiza esta fecha como delicada, ya que el volumen y los epítetos entre las distintas tendencias políticas y de grupos los extreman blandiendo sus verdades pero adornadas con ira de palabras pesadas e insultos en donde no se respeta ninguna pluralidad ideológica y política de los demás.
La violencia y el terrorismo pueden ensañarse mucho más con esta gasolina de las palabras disonantes y atrevidas que maltrata al adversario que algunos politiqueros y díscolos parlantes pululan por los distintos rincones del país.
Llamar a la mesura verbal seria mi apreciación de este momento con el gran riesgo que no será tomado en cuenta sino por poca gente que observa igual este río de improperios de las ultras que con su mezquindad y falta de civismo legitimo tiene tristemente adolorido a este bello país.
Espero este siendo un observador miope y me equivoque, con lo cual todos ganaremos y este 4 de febrero se muestre al mundo un pueblo colombiano mas maduro políticamente y con un sentido de unión en especial ante la libertad y la paz que nos merecemos todos. Nadie con un sentido humanitario está de acuerdo con que existen secuestrado y ese a mi entender es el hilo conductor de esta marcha.
Mario A.Infante
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